Sé un Milagro

¿Alguna vez has sentido que nada te sale bien y que, por más que lo intentas, tus esfuerzos no son suficientes?
Muchas personas se sienten así, y la respuesta de Dios para ellos somos tú y yo… Dios espera que la forma en la que vivimos y nos relacionamos haga que vean a Jesús en nuestra vida.
De esa manera nos convertiremos en un milagro andante: cuando alguien decide acercarse a Jesús por lo que ve en nosotros.

 

Lectura Bíblica

Lucas 5:1-11 TLA
“1 Una vez Jesús estaba a la orilla del Lago de Galilea, y la gente se amontonó alrededor de él para escuchar el mensaje de Dios.
2 Jesús vio dos barcas en la playa. Estaban vacías porque los pescadores estaban lavando sus redes.
3 Una de esas barcas era de Simón Pedro. Jesús subió a ella y le pidió a Pedro que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente.
4 Cuando Jesús terminó de enseñarles, le dijo a Pedro: —Lleva la barca a la parte honda del lago, y lanza las redes para pescar.
5 Pedro respondió: —Maestro, toda la noche estuvimos trabajando muy duro y no pescamos nada. Pero, si tú lo mandas, voy a echar las redes.
6 Hicieron lo que Jesús les dijo, y fueron tantos los pescados que recogieron, que las redes estaban a punto de romperse.
7 Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca, para que fueran enseguida a ayudarlos. Eran tantos los pescados que, entre todos, llenaron las dos barcas. Y las barcas estaban a punto de hundirse.
8 Al ver esto, Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo: —¡Señor, apártate de mí, porque soy un pecador!
9-10 Santiago y Juan, que eran hijos de Zebedeo, Pedro y todos los demás, estaban muy asombrados por la pesca tan abundante. Pero Jesús le dijo a Pedro:
—No tengas miedo. De hoy en adelante, en lugar de pescar peces, voy a enseñarte a ganar seguidores para mí.
11 Los pescadores llevaron las barcas a la orilla, dejaron todo lo que llevaban, y se fueron con Jesús.”.

Reflexionemos

Este pasaje nos revela que cuando Jesús se acercó a los primeros discípulos, ellos estaban en frustrados: ese día, cuatro pescadores habían pasado la noche en el mar de Galilea solo para volver con sus redes vacías por la mañana. Pero Jesús tenía planeado algo maravilloso para ellos.
Él quería enseñarles una nueva forma de hacer las cosas.
Cuando Jesús le dijo a Pedro que fuera a aguas más profundas y echara sus redes nuevamente, lo estaba desafiando a salir de lo conocido, hacia lo sobrenatural.
Como pescador experimentado, seguramente fue difícil para Simón Pedro dejar que alguien ajeno a su oficio le dijera cómo hacer su trabajo; sobre todo cuando había pasado la noche entera intentándolo, ¿qué podría cambiar esta vez?
Aun así —sin entender— Simón Pedro echó la red; entonces sucedió el milagro que lo llevó a caer de rodillas a los pies de Cristo.

¿Sabes por qué tenía que suceder de esa forma? Porque Dios se vale de los milagros para que, quienes no creen en Jesús por su palabra, puedan creer en él por los hechos

Tú y yo estamos llamados a mostrar a los demás una manera distinta de hacer las cosas.
Dios espera que la forma en la que vivimos y nos relacionamos haga que vean a Jesús en nuestra vida.
De esa manera nos convertiremos en un milagro andante: cuando alguien decide acercarse a Jesús por lo que ve en nosotros.

¡Sé el milagro que alguien más necesita para venir a Jesús!

Hoy, piensa en las personas con quienes quieres compartir acerca de Jesús. Haz una lista con sus nombres, empieza a orar por ellos y pídele a Dios que te llene de su presencia para responder con valor a las oportunidades de compartirlo.

 

Oración: 
Padre, me dispongo para ser bendición y ejemplo de Cristo para otros.
Ahora mismo oro por (dale a Dios los nombres que escribiste). Te pido que respondas a su necesidad. Que en tu misericordia extiendas tu mano y lleves sanidad a su vida.
Obra, Señor el milagro que esta persona necesita. En el nombre de Jesucristo, Amén.

—Adaptado de Cv Resources

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