Lo que soy
Somos y vivimos con base en lo que pensamos. Proverbios 23:7, dice: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
¿Cómo vivirías y enfrentarías cada circunstancia de tu día hoy si creyeras firmemente que eres un embajador del cielo?
¿Cómo se viste un embajador? ¿Cómo habla? ¿Cómo soluciona las dificultades? ¿Qué propósito tiene?
Te invitamos hoy a hacernos como niños y buscar en los siguientes versículos las respuestas al por qué y para qué acerca de la unción y presencia de Dios en nosotros.
Lectura devocional
2 Corintios 5:17-21 DHH
“17 Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo.
18 Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación.
19 Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje.
20 Así que somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios.
21 Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo”.
Reflexionemos
Así es: tú y yo tenemos el honor de ser embajadores del Reino de Dios y de representar a este Reino incomparable en nuestro día a día por donde vayamos.
Dios quiere atraer, reconciliar consigo y brindar su amor a las personas y para eso cuenta contigo.
¿Estás dispuesto a salir de tu comodidad para ir a buscar y servir con amor a los que te rodean siendo aquel que muestre a Dios, tal como ellos lo necesitan?
El Espíritu de Dios habita en nosotros. Dondequiera que vayamos las personas tendrán una oportunidad de conocer la presencia y la gloria de Dios a través de nosotros.
Tú y yo tenemos el potencial para llevar su presencia a nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros y grupo de conexión.
¡Hagámoslo!
Oración:
Dios te doy gracias por hacer tu morada en mi interior, que tu Espíritu me renueve y me avive cada día.
Bendice a mi Familia de la Fe y ayúdanos a vernos como lo que somos: embajadores de tu Reino. Instrumentos de tu Espíritu Santo y reflejos de tu amor en medio de nuestros conocidos, en el nombre de Jesús. Amén.
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