Timoteo
SERIE PESCADORES DE HOMBRES
Aprendiendo sobre Timoteo, concluiremos hoy nuestra serie de Semana Santa, “Pescadores de Hombres”.
¿Habías considerado que dos libros o “cartas” del Nuevo Testamento fueron dirigidos a Timoteo? ¡Wow! sin duda hay mucho en su vida a través de lo cual Dios quiere hablarnos.
La biblia nos presenta a Timoteo como un hombre que habiendo nacido de mujer judía y padre griego, fue ganado para Cristo por el Apóstol Pablo en uno de sus viajes misioneros al Asia.
El mismo Pablo destaca a la madre de Timoteo, Eunice y a la abuela Loida, quienes le modelaron la fe sincera en el Señor Jesucristo.
En su segundo viaje misionero, Pablo elige a Timoteo como compañero porque “gozaba de buena fama entre los hermanos de Listra y de Iconio”. Posteriormente Timoteo sirvió como representante de Pablo en varias iglesias y más tarde fue pastor en Efeso.
La gran clave del discipulado es la relación y Timoteo fue reconocido por Pablo como uno de sus más cercanos y fieles discípulos, amado colaborador, amigo e hijo espiritual del Apóstol Pablo.
Leamos algunos versículos al respecto:
Lectura devocional
1 Corintios 4:17 NTV,
“Por esa razón les envié a Timoteo, mi fiel y amado hijo en el Señor. Él les recordará la manera en que sigo a Cristo Jesús, así como lo enseño en todas las iglesias en todas partes”.
1 Timoteo 1:2 NTV,
“Le escribo esta carta a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te den gracia, misericordia y paz”.
1 Timoteo 4:12 NTV,
“(Timoteo) no permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza”.
1 Tesalonicenses 3:2 NTV,
“y enviamos a Timoteo para que los visitara. Él es hermano nuestro y colaborador de Dios en la proclamación de la Buena Noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los fortaleciera, los alentara en su fe”.
Reflexionemos
Qué hermoso percibir la relación de paternidad, confianza y aprecio que hubo entre el Apóstol Pablo y Timoteo. Esa relación sincera se desarrolló con el tiempo: Pablo ganó a Timoteo para Cristo y lo discipuló a medida que compartían en el ministerio a Jesucristo.
Esto mismo lo podemos hacer tú y yo: ganar a otros para Cristo y discipularlos a partir de una relación sencilla en la que nos disponemos a compartir con otros nuestro tiempo, conocimiento y experiencia acerca de Jesucristo.