Con Fe

¿Qué estás esperando de parte de Dios para tu vida? Hoy queremos animarte a confiar en Dios mientras esperas. Reflexiona en ello.

Lectura Bíblica

Romanos 8:24-25 TLA
24 Dios nos salvó porque tenemos la confianza de que así sucederá. Pero esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando algo que ya tiene?
25 Sin embargo, si esperamos recibir algo que todavía no vemos, tenemos que esperarlo con paciencia.

2 Corintios 5:7 RVC
“Porque vivimos por la fe, no por la vista”.

 

Reflexionemos

Cuando hablamos de esperanza, hablamos de algo que “se espera”, algo que tenemos el deseo profundo de recibir.
Es algo que “esperamos” y que, en el fondo, creemos que vamos a recibir. ¡Es por eso que lo esperamos!

Imagínate que son las 5 de la madrugada y decides sentarte en tu ventana a esperar que salga el sol. Lo haces porque tienes la “esperanza” de que el sol va a salir pronto. Porque crees eso decides “esperarlo”. Seguro que no esperarías en la ventana si supieras que el sol no va a salir ¿Verdad?
De la misma manera, cuando esperamos en Dios, es porque tenemos la “esperanza” de que Él va a obrar. Tenemos esa certeza que nos lleva a “esperar” pacientemente en Él.

¿Y cómo sabes que Dios va a obrar? ¿Cómo sabes que el sol va a salir? Porque lo podemos creer. Nuestra experiencia nos ha enseñado que el sol sale fielmente cada día… Así como Dios responde fielmente a quienes en Él esperamos.

Esa es la fe. Una certeza profunda, una convicción de que Dios está obrando, y de que vas a ver esas promesas de Dios plenamente cumplidas en tu vida.

La fe te lleva no solo a creer que lo que Dios ha prometido ocurrirá, sino a confesarlo con tus labios en oración y a esperarlo con paciencia.
¡Sabes que pasará, y no puedes dejar de dar gracias a Dios y de regocijarte porque, en Su tiempo perfecto, lo recibirás!

Acércate a Dios en oración. Que de tu corazón solo brote gratitud mientras esperas el cumplimiento de Sus promesas.

Que a través de tu fe y espera en Dios continúes siendo un ejemplo e inspiración para los que te rodean: mostrándoles tu amor por Dios y que ellos también pueden conocerlo y amarlo.

Oración: 

Amado Jesús, yo también andaré cada día por fe y no por vista. Decido creer en tus promesas con mayor pasión y fe que ayer. Me aferro a tu Palabra y avanzo en mi caminar.
Gracias porque tu preciosa paz me inunda y me llena de alegría. Amén.

WhatsApp Charla con nosotros