Zaqueo (P. 2)
Hablamos de cambio y transformación cuando hay evidencias, es decir resultados diferentes en circunstancias o personas.
Ese fue el caso inmediato en la vida de Zaqueo: ante su encuentro con el amor y la aceptación de Jesús, Zaqueo fue transformado.
Leamos hoy la segunda parte de la historia de Zaqueo.
Lectura devocional
Lucas 19:5-10
“5 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».
6 Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa;
7 pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama».
8 Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo:
—Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.
9 Jesús respondió:
—La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham.
10 Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos”.
Reflexionemos
¿También puedes percibir en la lectura bíblica la alegría de Zaqueo por las palabras de Jesús?
A diferencia de la comunidad, Jesús no lo rechazó ni lo menospreció, sino que lo miró, lo llamó por su nombre y fue a su casa, en contra de lo que dijeran los demás.
El amor y aceptación de Jesús tuvieron un efecto profundo en Zaqueo: cambiaron su corazón.
La evidencia de su cambio fueron sus palabras: “Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más”.
Tú y yo también hemos sido amados por Jesús. Él ha transformado nuestra vida y nos ha dado el don y el privilegio de mirar con amor y misericordia a otros, llevándolos a un encuentro con Él para transformación de vida.
¡Continuemos haciéndolo!