Lectura Bíblica

Apocalipsis 12:11
“Han vencido al enemigo mediante la sangre del Cordero y el testimonio que dieron; no amaron tanto su vida que temieran la muerte”.

1 Juan 1:1 DHH
“Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida”.

Reflexionemos

Tal como afirman estos pasajes, nadie conoce mejor que tú lo que Dios ha hecho en tu vida: el cambio que has experimentado en tu corazón, lo que has visto y oído. El impacto que Jesucristo ha representado para ti.
Ese es tu testimonio, el cual, además de ser un ancla en la cual aferrarte mediante la fe cuando el enemigo intente atacarte, es también una herramienta para dar.

Sí, tu testimonio, tu historia de lo que Dios ha hecho en tu vida tiene un poder inmenso para dar, impactar y transformar a otras personas también.
¿Cómo? Muy sencillo, al compartir con los demás lo que Dios ha hecho en tu vida, los estás invitando a tener un encuentro personal con Aquel que ha transformado tu vida y que también desea transformar la suya.

Hay un ingrediente importante acerca del testimonio que debes conocer: su efecto multiplicador. Cuanto más compartes tu testimonio con otras personas, más crece la gratitud, el gozo, la paz y la bendición de Dios en tu vida.

No lo dudes, aprovecha cada oportunidad que se te presente y comparte a los demás, sin temor, tu historia con Jesús.
Estamos seguros que dará frutos preciosos en sus vidas.

Recuérdalo, ¡Eres una bendición para muchos!