Sólo Él es Magnífico
Buenos días
GUIA DE LECTURA DEVOCIONAL
Un Corazón Apasionado por Dios y por las Almas ❤️🔥
¡Qué especial confirmar con la Palabra que María nunca se resaltó a sí misma sino que siempre confió y exaltó al único digno de toda gloria, a JESUCRISTO! El Hijo que por gracia estuvo en su vientre. El Hijo que sería el salvador de su propia vida y de la humanidad. El Hijo que vivió en total obediencia al Padre y que «Es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación» (Colosenses 1:15).
Que el Señor nos bendiga y guíe mientras buscamos seguir el ejemplo de María y exaltar a Jesús en todo momento.
Lectura Bíblica
Lucas 1:46-56 NTV
«46 María respondió: —Oh, cuánto alaba mi alma al Señor.
47 ¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!
48 Pues se fijó en su humilde sierva, y de ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita.
49 Pues el Poderoso es santo y ha hecho grandes cosas por mí.
50 Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen.
51 ¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas! Dispersó a los orgullosos y a los altaneros.
52 A príncipes derrocó de sus tronos y exaltó a los humildes.
53 Al hambriento llenó de cosas buenas y a los ricos despidió con las manos vacías.
54 Ayudó a su siervo Israel y no se olvidó de ser misericordioso.
55 Pues lo prometió a nuestros antepasados, a Abraham y a sus descendientes para siempre.
56 Y María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa».
Aunque la sociedad a menudo nos invita a buscar reconocimiento y fama personal, la actitud de María nos recuerda que la verdadera grandeza se encuentra en exaltar al Salvador. Su ejemplo nos anima a poner a Jesús en el centro de nuestras vidas y a reconocer que toda gloria y honra pertenecen a Él. Así mismo, nosotros somos llamados a glorificar a Jesús en todo momento.
Que en nuestros actos y palabras podamos reflejar la humildad de María, reconociendo que cualquier talento o habilidad que poseamos es un regalo divino. Al hacerlo, permitimos que la luz de Jesús brille a través de nosotros, guiando a otros hacia la verdadera fuente de esperanza y redención.
Sigamos el ejemplo de María, cuyo corazón humilde y lleno de gratitud nos muestra el camino hacia una adoración sincera.
Que nuestras vidas sean un eco de su cántico de alabanza, exaltando a Jesús en todo lo que hacemos.