Lectura Bíblica

Mateo 1:18
“El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo”

Colosenses 1:15-20 DHH
“15 Cristo es la imagen visible de Dios, que es invisible; es su Hijo primogénito, anterior a todo lo creado.
16 En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible, así como los seres espirituales que tienen dominio, autoridad y poder. Todo fue creado por medio de él y para él.
17 Cristo existe antes que todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden.
18 Además, Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él, que es el principio, fue el primero en resucitar, para tener así el primer puesto en todo.
19 Pues en Cristo quiso residir todo el poder divino,
20 y por medio de él Dios reconcilió a todo el universo ordenándolo hacia él, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz”.

El nacimiento de Jesús fue un milagro que transformó el curso de la historia hace miles de años. Que la maravilla de su natividad nos inspire a tener corazones agradecidos con Dios al reconocer que Él hizo y hace posible lo imposible, por amor a nosotros.
Dios por su gran amor dio a su Hijo unigénito como un regalo para toda la humanidad, y por medio de Jesucristo reconciliar a todo el universo consigo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz.

En esta temporada especial, abramos nuestro corazón y mente a la posibilidad de ver lo sobrenatural de Dios en nuestras propias vidas y en el mundo que nos rodea: en las relaciones restauradas, en los actos desinteresados de bondad, en la renovación de esperanza en vidas que parecían perdidas, en las manifestaciones de compasión, perdón y fe… ¡Ahí está Dios!

Es nuestro deseo que Jesucristo sea el centro de tu Navidad. Que su alegría y esperanza llenen tu hogar.