Fruto
¿Sabías que Dios desea verte pleno, rebosante de fruto y vida?
¡Así es! Por eso una y otra vez en su Palabra, Dios declara sobre ti su bendición en tus relaciones, en tu trabajo, en tu salud y en todas las áreas de tu vida.
Dios desea que todo lo hagas, prospere.
Lectura devocional
Juan 15: 1-4, 7-10
“1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva.
2 Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más.
3 Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho.
4 Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí.
7 Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará.
8 En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.
9 Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo.
10 Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”.
Reflexionemos
¡Cuánto nos ama Jesús que nos llena de su vida y nos da la oportunidad de ser bendición para los demás!
Sólo es necesario que permanezcamos conectados a Jesús, la fuente de vida. Entonces seguiremos recibiendo de Él y tendremos fruto para dar a los demás.
¿Cómo permanecemos conectados a Jesús? al obedecer sus mandamientos.
Es maravilloso cuando decidimos obedecer a Dios aún en las cosas más pequeñas y vemos el fruto de esa obediencia al ser bendecidos tanto que podemos dar a los demás: gozo, provisión, amor, perdón, etc.
Piensa en este día de qué manera podrías bendecir a alguien a través de tu generosidad, y déjate usar por Dios. ¡Esto dará un fruto tan precioso, tanto en tu vida como en la de los demás!