Enviados
Amada Familia, esta semana permite que la palabra dada ayer en el Servicio de Celebración a través del Pastor y Maestro Edwin Cañón, titulada “Enviados”, llegue a lo profundo de tu corazón y produzca en ti aún más fruto para el Señor.
Deseamos que esta semana seas inspirado a continuar caminando en la guía constante del Espíritu Santo, para poder también bendecir al máximo a las personas que te rodean.
Dios nos ha enviado a que compartamos con los demás Su amor que da propósito, identidad y sanidad a las personas.
¡Tú puedes crear una diferencia tan grande en la vida de las personas que te rodean! El Espíritu Santo en ti quiere sanar, restaurar y bendecir las vidas.
Que nuestras acciones reflejen el amor y el propósito que Jesús nos ha encomendado. En cada paso que demos, en cada palabra que hablemos y en cada corazón que toquemos, estaremos cumpliendo con la hermosa responsabilidad de ser enviados por Jesús, llevando Su luz a un mundo que anhela desesperadamente la esperanza y la bendición que solo Él puede dar.
Lectura Bíblica
Juan 20:21-22 NBV
“21 Jesús volvió a decir: ¡La paz sea con ustedes! Como mi Padre me envió, así yo los envío a ustedes.
22 Luego sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo”.
Mateo 28:18-20 nbv
“18 Pero él se les acercó y les dijo: He recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.
19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
20 y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.
Juan 17:15-19 NBV
“15 No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del maligno.
16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu palabra que es la verdad.
18 Yo los envío al mundo, así como tú me enviaste al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad”.
Declaraciones de Vida
Toma las promesas de la Palabra de Dios y decláralas _(habla en voz alta, con seguridad)_ sobre tu vida, familia y cercanos.
Estamos seguros que verás el fruto de la Palabra hablada sobre ti.
A continuación te damos una declaración como modelo. Haz otras tu mismo:
1. Amado Señor tomo tu mandato: yo he sido enviado a hacer discípulos y tu amado Espíritu Santo me acompaña siempre. Amén.