Somos Hijos
Cada día, cada momento tenemos la opción de escoger qué pensar y qué creer.
Deuteronomio 30:19 nos dice: “escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”.
Escojamos hoy deleitarnos en una maravillosa verdad del Reino: Somos hijos de Dios por la fe en Jesucristo.
Lectura devocional
Juan 1:12-13 NVI
“12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
13 Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios”.
Gálatas 3:26-28 NVI
“26 Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús,
27 porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.
28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús”.
Efesios 1:4-5 NVI
“4 Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor
5 nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo…”
Reflexionemos
Esto es lo que dice la Biblia acerca de ti: Eres amado por Dios, amado como un hijo verdadero.
No necesitas luchar para ganar Su amor y aceptación. No necesitas hacer nada para ganar Su aprobación.
Dios te ama. Cada bendición en tu vida es un regalo de parte de Él.
Hoy, te animamos a pedir la ayuda del Espíritu Santo para continuar andando en los sueños y propósitos que Dios tiene para ti, uno de los cuales es que a través de ti otras personas sean bendecidas y conozcan del amor de Dios.
Como su hijo que eres, muéstrale al mundo el gran amor de tu Padre.
Deja que el Espíritu Santo te guíe acerca de cómo mostrar a los demás la bondad, verdad y justicia de Dios para que ellos también crean.
Oración:
Padre, quiero disfrutar cada día del regalo que me das de ser tu hijo. De poder estar en comunión contigo y escuchar tu dulce voz para llevarla al mundo.
Anhelo que los que están a mi alrededor también puedan conocerte y recibir tu maravilloso amor.
Que tu Espíritu Santo me llene más y más de ti para reflejarte a los demás y seguir adelante cada día con nuevas fuerzas y con mi corazón agradecido.
En el Nombre de Jesús. Amén.
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