Juan 3:16 revela el amor de Dios por la humanidad,
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna”.
El Señor no sólo vio la condición de la humanidad sino que con amor hizo un plan y como dice la Palabra, envió a su hijo por la salvación de todos,
porque la voluntad de Dios es que todos procedan al arrepentimiento, que nadie perezca (2 Pedro 3:9).
Creo firmemente que este es el tiempo en que Dios está despertando obreros y segadores para las almas porque la mies está lista.
La estrategia de parte de Dios siempre ha sido levantar, entrenar, discipular y enviar discipuladores dispuestos a ir a discipular a otros.

Te doy la bienvenida a la GUÍA DEVOCIONAL del entrenamiento: “Misión Ganar, Un corazón Apasionado por Dios y por las Almas”
para ser avivados y entrenados como obreros para la mies esto para entrar a nuestro campo misionero (familia, amigos y conocidos)
en intercesión para extender el reino de los cielos, ganar almas y discipularlas.

En nuestro ADN ICCF MSA la Palabra de Dios es el centro y fundamento de nuestra meditación.
En esta GUÍA DEVOCIONAL para CORAZONES APASIONADOS POR DIOS Y POR LAS ALMAS hallarás abundante Palabra de Dios
para que leas, estudies, medites, memorices y apliques en tu vida.
Tengo gran gozo pues estoy seguro que el fruto serán corazones avivados en la pasión por Dios y por las almas.

Apóstol José Darley Castrillón
Pastor Principal ICCF Cali

Visión

La primera definición de visión tiene que ver con la capacidad de ver, es decir de percibir la realidad física a través de nuestros ojos.
Pero hay otra clase de visión y es de esa que Dios quiere hablarnos hoy.
Es aquella acerca de lo que vemos con nuestros ojos de la fe, no con los ojos físicos.
En 2 Corintios 5:7 la Palabra nos llama a vivir por fe y no por vista.

Esta visión es esa idea de tu futuro se convierte en uno de tus sueños más preciado a largo plazo.
Tener esta visión nos hace movernos hacia lo que vemos y nos da la pasión para actuar con un sentido de propósito.

Hebreos 12:2, “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Descubramos en estos versículos la visión que impulsó a Jesucristo:

Guía de lectura devocional

• Mateo 4:17,
“A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca”.

• Lucas 4:43,
“Él les respondió: Debo predicar la Buena Noticia del reino de Dios también en otras ciudades, porque para eso fui enviado”.

• Juan 6:38,
“Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad”.

• Juan 1:18,
“Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios, está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios”.

• Juan 17:26,
“Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos, y yo también estaré en ellos”.

• Marcos 10:45,
“Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos”.

• Colosenses 1:19-20,
19 Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo,
20 y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz.

Reflexionemos

La visión y mensaje de Jesucristo fue que el reino de Dios venía a los hombres para restaurar la comunión del Padre con su amada creación. Con amor Él dio su vida para cumplir esta visión.

Jesucristo terminó su obra con su muerte y resurrección. Ahora, nos ha encomendado a nosotros la “Gran Comisión” y ha enviado a Su Espíritu Santo para que continuemos apasionadamente con su visión.
Su Espíritu Santo nos da poder para que seamos testigos y continuemos trayendo el reino de Dios a los hombres para que sean transformados y restaurados en su comunión con Dios.

¡Que esta visión llene nuestro corazón!

Te animamos para que cierres tus ojos físicos y con los ojos de la fe veas a tu familia, iglesia, comunidad y a las naciones reconciliadas con Dios por la obra de Cristo. ¡Sé parte de esto!

Pregúntate

¿Estoy dispuesto a obedecer este mandato de ganar y discipular almas para la extensión del reino de Dios?
¿Cómo puedo involucrarme como miembro de la iglesia en la Misión Alcanza?
¿Estoy dispuesto a invertir tiempo para la transformación de mis comunidades provocando que venga el cielo a la tierra?
¿Qué ideas y actividades interesantes se me ocurren?

“Amado Jesucristo, gracias por tu visión y amor por mí.
Te amo, y quiero agradarte en todo. Ayúdame a apasionarme con tu visión.
Dispongo mi vida y mi agenda para seguir tu dirección en obediencia y con un corazón apasionado ¡Amén!”

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