Guía Devocional Comunife

Esta semana hemos estado reflexionando en el llamado del Señor para que nos levantemos y despertemos en 5 niveles para que seamos aquellos que transforman y trastornan su entorno, como dice en Hechos 17:6b acerca de los creyentes de Tesalónica: “…Los que trastornan al mundo andan por la ciudad”.

El Señor quiere que impactemos el mundo que nos rodea. Para ello es necesario que estemos dispuestos a salir de nuestra zona de confort para servir y testificar desde nuestro lugar como embajadores del reino de Dios.

Somos llamados a resistir las tinieblas de este mundo, y a brillar con la Luz del Señor cada día.
Mientras que el pecado y la apatía trae a los territorios y ciudades una atmósfera de muerte, los hechos de rectitud y nuestra oración rechazan las tinieblas, rompiendo el velo que ha puesto el enemigo y permitiendo cielos abiertos para las bendiciones del Señor.
Dios desea que nosotros, su pueblo, tomemos las puertas de nuestras propias comunidades y ciudades para que sea literalmente transformada la atmósfera por el poder de Su presencia.

Respondamos al llamado de Dios para despertarnos y abrazar con mayor pasión nuestra responsabilidad como miembros activos y comprometidos de nuestra iglesia.

Amado, te animamos a que juntos fortalezcamos la unidad y el crecimiento espiritual de nuestra Familia de la Fe.
Estemos siempre dispuestos a aprender, crecer y servir en amor, avanzando junto a nuestros pastores y líderes en el propósito de la extensión del Reino, siendo una iglesia sólida y unida que refleje la gloria de Dios en nuestra vida cotidiana.

Sin duda una de las áreas que más afecta el corazón del creyente es el hecho de tener familiares que no han rendido su vida a Jesucristo.
Es natural: Quienes sabemos que hemos pasado de muerte a vida anhelamos que nuestra familia también reciba la salvación en Cristo, el mayor regalo del Padre.
Cuando hemos experimentado el amor y el toque transformador de Dios en nuestro ser y sabemos lo preciosa que es la vida con Él, deseamos profundamente esa bendición y alegría para los nuestros.

Ayer en nuestro Servicio de Celebración, el Pastor  y Maestro Edwin Cañón compartió el tema: “LEONES DESPIERTOS”.

Basados en su enseñanza, esta semana, durante el tiempo devocional reflexionaremos en 5 niveles en los que Dios nos llama a despertar y a rugir como sus leones.

Oramos que la obra del Espíritu Santo sea poderosa en ti y continúes dando abundante fruto para la gloria de Dios.

Dios nos llama a despertar y cuidar de nosotros mismos: cuerpo, mente y espíritu. Al hacerlo, podemos servir a Dios y a los demás y cumplir nuestro propósito en la vida.

La gran clave del evangelismo y del discipulado es la relación, es decir que nos acerquemos a las personas, y toda relación se fundamenta en compartir.

No tienes que ser un gran maestro o conocer muchísimo la Palabra de Dios para que puedas evangelizar y discipular a otros. Lo que sí necesitas es compartir con otros lo que ya tienes: tu tiempo, testimonio, experiencias, etc. Y eso puedes hacerlo hoy mismo.

¿Quieres mantenerte avivado en Cristo? no dejes de congregarte. Asegúrate de reunirte con la familia de la fe; de adorar juntos; de tener compañerismo unos con otros; de continuar creciendo en el conocimiento de Jesucristo a través del discipulado y de servir con tus dones y talentos.

Contrario a lo que muchos piensan, la iglesia no es un edificio o templo, sino el conjunto de personas que creemos en Jesucristo como nuestro Salvador y Señor.

Por amor a nosotros, su iglesia, Jesucristo dio su vida.

Tan grande es el amor de Dios por ti y por mí que nos ofrece su presencia llena de gracia. De hecho, en Efesios 5:18 nos manda a ser “llenos del Espíritu”. Este pasaje se traduce mejor diciendo: “permanezcan siendo llenos”. Dios espera que nos llenemos constantemente con Su presencia porque Él sabe que es nuestro mayor regalo.

Piensa un momento, ¿Cómo sería tu vida si cada día permanecieras lleno de la presencia de Dios? ¿Qué cambiaría si experimentaras su bondad con cada momento? ¿Cómo la realidad de su presencia cambiaría para mejor la forma en que vives tu vida?

Medita hoy acerca de la presencia de Dios. Renueva tu mente al hecho de que Él está contigo en este momento y que su presencia es tu mayor don. Abre tu corazón y pídele que te llene más de Él. Amén.

Tan grande es el amor de Dios por ti y por mí que nos ofrece su presencia llena de gracia. De hecho, en Efesios 5:18 nos manda a ser “llenos del Espíritu”. Este pasaje se traduce mejor diciendo: “permanezcan siendo llenos”. Dios espera que nos llenemos constantemente con Su presencia porque Él sabe que es nuestro mayor regalo.

Piensa un momento, ¿Cómo sería tu vida si cada día permanecieras lleno de la presencia de Dios? ¿Qué cambiaría si experimentaras su bondad con cada momento? ¿Cómo la realidad de su presencia cambiaría para mejor la forma en que vives tu vida?

Medita hoy acerca de la presencia de Dios. Renueva tu mente al hecho de que Él está contigo en este momento y que su presencia es tu mayor don. Abre tu corazón y pídele que te llene más de Él. Amén.

Tan grande es el amor de Dios por ti y por mí que nos ofrece su presencia llena de gracia. De hecho, en Efesios 5:18 nos manda a ser “llenos del Espíritu”. Este pasaje se traduce mejor diciendo: “permanezcan siendo llenos”. Dios espera que nos llenemos constantemente con Su presencia porque Él sabe que es nuestro mayor regalo.

Piensa un momento, ¿Cómo sería tu vida si cada día permanecieras lleno de la presencia de Dios? ¿Qué cambiaría si experimentaras su bondad con cada momento? ¿Cómo la realidad de su presencia cambiaría para mejor la forma en que vives tu vida?

Medita hoy acerca de la presencia de Dios. Renueva tu mente al hecho de que Él está contigo en este momento y que su presencia es tu mayor don. Abre tu corazón y pídele que te llene más de Él. Amén.