Diles
Solo Cristo puede cambiar la vida de alguien y transformarla para siempre. Tu testimonio es precisamente tu historia de cómo Dios te ha transformado.
Las personas a nuestro alrededor no pueden ver como Dios trabaja si nosotros no se lo contamos. Seguramente verán y admirarán el fruto de nuestro comportamiento sano y del desempeño excelente que tengamos pero es necesario que demos la gloria a Dios de todo lo bueno que hay en nuestra vida, reconociendo que la transformación no es fruto de nuestro esfuerzo, sino de la bondad del Señor.
Quienes interactúan contigo están esperando escuchar tu testimonio. Diles. Háblales de la obra de Cristo en tu vida. A medida que lo cuentes estarás creando expectativa en las personas a quienes les hablas de Dios y puedes confiar que el Espíritu Santo hará su parte preparando los corazones para que conozcan al Señor Jesucristo.
Cómo abreviar nuestro testimonio en tres pasos:
1. Lo que éramos; quienes éramos antes de Cristo.
2. Lo que sucedió cuando Cristo vino a nuestro encuentro, qué cambió, que sucedió cómo fue ese encuentro poderoso en Cristo Jesús.
3. Lo que somos hoy en Él; porque somos ahora otra persona.