Promesas
Recibamos esta semana inspiración y fe para caminar en las promesas que Dios nos ha dado y ver a Dios abriendo puertas de bendición para nuestra familia, ciudad y nación, tal como nos habló la Pastora y Profeta Pilar Rosero el pasado domingo en nuestro Servicio de Celebración ComunifeCali.
Lectura Bíblica
2 Pedro 1:4 PDT
“(Dios) nos dio promesas preciosas y valiosas; confiando en ellas, ustedes serán semejantes a Dios y podrán escapar del mundo, el cual será destruido a causa de los malos deseos de los seres humanos”.
Efesio 3:20 TLA
“Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!”.
Reflexionemos
A menudo, en nuestro caminar por esta vida, nos encontramos con desafíos y obstáculos que pueden hacernos dudar de las promesas de Dios, situaciones que nos parecen imposibles de superar o sueños que parecen lejanos y esperanzas que se desvanecen lentamente.
Sin embargo, en medio de toda adversidad, la Palabra de Dios nos asegura que Él nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir una vida victoriosa.
¿Dónde están esas promesas? ¿Cómo puedes acceder a ellas?
Están en la Palabra de Dios. La Biblia es la Palabra de Dios escrita para Su pueblo y, por lo tanto, contiene todo lo que necesitamos para estar “completos” (2 Timoteo 3:15-17). Una parte de ese “todo” que necesitamos son las promesas.
Hay literalmente cientos de las promesas de Dios en la Biblia.
Las promesas de Dios no son palabras vacías ni casuales como las que a veces las personas hacemos. Las promesas de Dios son compromisos sólidos como una roca, inequívocos, que hace el mismo Dios.
Puesto que Dios es fiel, tú y yo podemos tener la plena seguridad de que lo que Dios ha prometido en realidad se cumplirá (Números 23:19).
Las promesas de Dios son verdaderas y fieles. Él nunca falla en cumplir Su palabra. Siempre cumple lo que ha prometido.
Cuando creemos en Su amor y recibimos con fe las promesas que Él nos ha dado, abrimos la puerta al cumplimiento de Sus propósitos para nosotros.
Amado, aunque ahora mismo sientas muy lejos la posibilidad del cumplimiento de las promesas de Dios para ti, recuerda que Él es capaz de hacer mucho más de lo que podemos pedir o imaginar.
Hoy te animamos a levantarte en esperanza, a aferrarte a las promesas de Dios.
No te desanimens por las circunstancias a tu alrededor.
Mantén tu mirada en Aquel que es fiel y confíen en que Él cumplirá cada una de Sus promesas en su vida.
Dios es el mismo ayer, hoy y por siempre.
Su amor es inagotable, Su fidelidad es eterna y Su poder es ilimitado.
¿Cuál es tu mayor necesidad hoy? Aférrate a la Palabra de Dios, toma una de las promesas que Él te ha dado y medita en ella, permitiendo que el Espíritu Santo obre en ti, desde adentro hacia afuera.